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sábado, 18 de octubre de 2008

ORIGEN DE LAS ORGANIZACIONES EDUCATIVAS:

Su origen se sitúa en los trabajos de Kurt Lewin (1946) y seguidores, sobre los procesos de resolución de problemas en contextos industriales y administrativos. Basados en el principio de “Investigación-Acción (HERNÁNDEZ, 1987), el D.O. combina la reflexión sistemática con la práctica social misma objeto de análisis, según un modelo de trabajo cooperativo.
Otros supuestos básicos son los siguientes:
a) El Desarrollo Organizacional (D.O.) es un esfuerzo planificado y sostenido para la autoevaluación y la mejora educativa, explícitamente centrado en el cambio de las normas, estructuras y procedimientos formales e informales, utilizando conceptos extraídos de la ciencia psicológica.
b) B) las normas son los criterios de acción generados por las expectativas sociales, generalmente implícitas, que guían el comportamiento de los sujetos. Vienen dadas por las relaciones interpersonales y son algo más que la suma de las actitudes individuales.
c) Las estructuras son redes visibles de interdependencia, secuencia de interacciones e intercambio social. Pueden detectarse observando y analizando el comportamiento individual y grupal, los canales de comunicación e información...
d) Los procedimientos son las actividades formales de la organización para alcanzar sus metas y mantenerse, tales como: convocatoria y funcionamiento de reuniones, sistemas de evaluación, rutinas particulares,...
e) Además de estas Normas, Estructuras y Procedimientos Formales, definidos por su predictibilidad y racionalidad, las organizaciones poseen características informales, definidas por los aspectos emocionales y psicosociales de los sujetos (deseos, expectativas, necesidades, clima social...), y que pueden entrar en franca contradicción con el funcionamiento formal.

Las aplicaciones educativas del D.O. han proliferado especialmente a partir de los años 70 (FULLAN, MILES y TAYLOR, 1980; HOPKINS y WIDEEN, 1984), utilizándose desde los niveles elementales hasta la enseñanza superior, y tanto par la mejora del rendimiento y los programas instruccionales, como para la intervención sobre la calidad de vida de la propia organización.

Bibliografía: Hernández, P. Diseñar y enseñar. Teoría y técnicas de la programación y del proyecto docente, 3ª edición, Narcea.

1 comentarios:

María Dolores Díaz Noguera dijo...

Esta información es válida. Aún no la estamos trabajando, pero lo haremos. La entrada es correcta.